SOBRASSADA DE MALLORCA IGP | CONSERVACIÓN Y CONSUMO
La forma tradicional de conservar la sobrasada en la isla de Mallorca ha sido colgándola en las antiguas despensas. Eran estos unos lugares frescos, secos y con ventilación, protegidos de la luz directa y de los olores extraños a los alimentos allí almacenados. En estas condiciones, la sobrasada se conserva en inmejorables condiciones durante largo tiempo.
Actualmente, con la llegada de los frigoríficos y demás adelantos técnicos, el concepto de conservación de los alimentos en el hogar ha sufrido grandes cambios. Es por esta razón que las piezas de sobrasada de tamaño mediano se hayan convertido en las más populares ya que a la comodidad de manipulación hay que añadir la fácil conservación fuera del frigorífico.
De todas formas, es aconsejable adquirir porciones de sobrasada fraccionadas de las grandes piezas puesto que estas, al ocupar poco espacio, pueden conservarse magníficamente en el frigorífico. Eso si, hay que tener la precaución de sacarlas un poco antes de ser consumidas para que lleguen a la mesa a temperatura ambiente y podamos apreciar, así, toda la riqueza de gusto y aroma que nos brinda.